Sabemos que la publicidad tiene un fin último: despertar algún tipo de motivación en la audiencia, para que esta termine consumiendo el bien o servicio en cuestión, pero ¿cómo hacen las marcas para alcanzar este objetivo? Existen múltiples metodologías para lograrlo, una de ellas es la apelación a la sexualidad. María Dolores Brito, Directora de Marketing Digital de la USFQ, estuvo en nuestro más reciente episodio de #KmaleónExponencial, hablando a profundidad sobre el tema.

Con frecuencia, en publicidad, se usan estímulos sexuales para vender, pero no un producto, porque lo que en realidad se está ofreciendo es un deseo, un placer o una aspiración. Cuando esta se enfoca en el lanzamiento de un perfume, por ejemplo, lo que se busca es transmitir el olor a través de imágenes y sonidos que despierten el interés de manera inconsciente en el cliente. Estos estímulos permiten que se posicionen las marcas en un mercado que busca belleza y buen gusto, pues el erotismo no se trata de solo usar poca ropa. Estos pueden ser sutiles o evidentes, categorizándose de la siguiente manera:

• Por la cantidad de ropa que se usa y la fisionomía de las personas que aparecen en la publicidad.
• Por los elementos que ambientan el mensaje (objetos fetichistas, sonidos, etc.).

La sexualidad, dice María Dolores, también apela a la emocionalidad, creando engagement con el público y aumentando su intención de compra, pero cuidado, porque esta herramienta no sirve para vender cualquier tipo de marca. Antes de lanzar una campaña publicitaria, conviene, en primer lugar, conocer el objetivo y, en segundo, analizar la segmentación del mercado. Estos dos elementos son fundamentales, pues así se podrá saber si el sexo funcionará como estrategia para vender o si se debe hacer uso de otra. Además, existen otras variables, como la personalidad, las emociones fisiológicas y la cultura, que impulsan a los usuarios a aceptar o no un determinado producto, por eso, es importante tener en cuenta que esta táctica de persuasión no es aprobada por todo el público.

En la actualidad, es claro que el sexo sigue siendo un tabú para muchos, sin embargo, es innegable que funciona muy bien como una estrategia de marketing, que normaliza desde comportamientos, hasta cuerpos y orientaciones y acerca la marca al consumidor.

¿Qué tal este tema? Escucha la entrevista completa a María Dolores aquí. Estamos seguros de que te encantará. ¡Te esperamos en un próximo episodio!