La Transformación Ágil se está expandiendo a todas las industrias, y las compañías con grandes activos están tomando nota de ello. En este artículo analizamos cómo y dónde pueden capturar los beneficios de la agilidad sin poner en riesgo la calidad y seguridad. ¡Lee todo hasta el final!
¿Por qué Agilidad?
La agilidad reformula cómo y dónde hacer el trabajo. Se trata de colaborar con las demás funciones, atenuando las jerarquías y poniendo el foco en los verdaderos problemas del negocio. Agilidad no significa ausencia de reglas; los métodos de trabajo ágiles se basan en estructura, rigor y transparencia, que posibilitan flexibilidad y toma de decisiones más rápidas.
¿Cómo y dónde introducir agilidad?
Los métodos ágiles ¿son aplicables en todas partes? No de la misma manera. Los equipos y las metodologías Agile varían según la naturaleza de la actividad (ver en el gráfico). La fuente de valor de los métodos de trabajo Agile también cambia. Las compañías pueden limitar la implementación a las actividades con mayor potencial de extracción de valor, resultante de mejoras de velocidad, innovación o foco en el cliente.
Fuente: McKinsey & Company.
Para las empresas, el camino hacia la agilidad está plagado de giros e imprevistos. No hay una solución óptima que se aplique a todos los casos, por lo que las organizaciones con grandes activos deberán contar con un advisor que pueda implementar está metodología y sus herramientas ajustado a las necesidades que tenga su empresa. Con la puesta en marca de la Transformación Ágil tu compañía logrará cumplir con todos los proyectos a tiempo y aumenta la productividad de tu empresa, acortando los tiempos de producción hasta en un 35%.
Deja la Transformación Ágil en manos de expertos.