Desde la llegada de Open Banking se ha percibido algo de nerviosismo por parte de las entidades financieras y hasta de los clientes, pero más allá de los retos que propone toda nueva tecnología, esta iniciativa está diseñada para que en su incorporación los bancos, las Fintech, los usuarios e incluso, empresas de otros sectores se beneficien a través de alianzas y mecanismos digitalizados que lograrán procesos eficientes.
El Open Banking es una iniciativa que permitirá la consolidación de los datos de los usuarios través de APIs, para que empresas del sector financiero o no, puedan revisarlos y ofrecer productos de acuerdo al perfil de cada cliente, proporcionando una variedad de ofertas que el consumidor podrá escoger. Pero esta no es la única función de la banca abierta, también mejorará la experiencia del cliente, pues por medio de estas aplicaciones el usuario validará su información financiera de todos los bancos, además de otras empresas, sin necesidad de consultar las bases de datos de cada entidad.
Se trata de una revolución de oportunidad basada en las cifras, pues según el banco mundial, el 50% de la población en Latinoamérica no tiene acceso a servicios bancarios y en los casos específicos de México y Colombia solo se encuentran bancarizados el 39,9% y el 45,8%, respectivamente. Realidad que gracias a Open Banking cambiará, dado que sus esfuerzos con las APIs facultará la recolección de información de este público no bancarizado, por medio de las empresas de otros sectores como el de los seguros, que también podrían hacer parte.
Por esta razón, es que expertos del tema se han referido a las alianzas como un factor importante en el proceso de adaptación de Open Banking, puesto que el trabajo mancomunado de dos y hasta más empresas, incluso de diferente sector, ha permitido en los países ya implementados, el intercambio de datos del consumidor y en los mejores casos, la creación de productos innovadores que potenciaron las ventas gracias a la atención de nuevos mercados que nunca se habían considerado.
Después de estudiar los factores determinantes del éxito de esta tendencia en países de Europa y en Estados Unidos, empresarios e inversionistas trajeron el concepto de banca abierta a Latinoamérica y continentes cercanos en donde expertos aseguran tendrá un gran impacto positivo, previsto por el gran número de Fintechs en la región, que para el 2019 ya superaba las 1.200, cifra que continúa creciendo y batiendo récord a nivel de inversión destinada a impulsar la innovación.
Hasta este punto está claro que el papel de Open Banking es el de aportar beneficios a la economía en general de un país aprovechando la tecnología, ahora te vamos a contar algunas formas en las que puede ser aplicado este concepto en los usuarios finales.
Uso de Open Banking en servicios financieros
Como lo mencionamos anteriormente esta es una tendencia con propósitos también a garantizar una mejor experiencia de los consumidores y que entre otras formas se representará así:
Control de las finanzas personales: los clientes validarán su situación financiera, así como los productos y servicios que tienen con diferentes bancos, en una sola app.
Productos personalizados: si un cliente requiere un crédito, de cualquier línea, desde su app podrá visualizar todas las ofertas sobre el servicio que requiere, comparará y elegirá a su gusto el que más crea conveniente.
Seguimiento a procesos: por medio de un aplicativo el cliente seguirá sus requerimientos desde el momento de solicitud hasta la aprobación o negación.
En definitiva, Open Banking es el concepto que logrará la evolución del sector financiero, creado para impulsar la banca digital, que los clientes con su uso recurrente del Internet están haciendo cada vez más rentable, entonces, si lo que estás buscando es el crecimiento de tus ventas al mismo tiempo que de tu empresa, vas por el camino correcto, ponte en contacto con expertos como Kruger y Open Vector para asesorarte más sobre está iniciativa.
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